martes, 14 de agosto de 2012

Romance del muy audaz caballero Gordillo

Fue en la villa sevillana, de nombre Marinaleda, do sucedieron los hechos queste juglar compusiera.

Que un caballero importante
de fuerza y valor probadas
reunió a doscientos vasallos
Y les dijo esta comanda.
“¡Vasallos y servidores,
estamos en vacas flacas,
en las tierras no hay trabajo,
no hay pitanza en la nevera
no hay voltios en los enchufes
Ni doblón en faltriquera.
llamemos pues a los medios
Quelos deben d´informar
Lo que nuestras huestes hagan
En Mercadona lugar.
Ques un sitio muy fascista,
Do pagan por trabajar”.
Llamó pues al escudero,
quera alguacil muy capaz
“Mientras vos haceis las citas,
yo marcharé un rato al bar,
que antes de la refriega
tengo mucho que almorzar…”
Mientras el alguacil cumplía
El encargo que le daban
el caballero Gordillo
el de las cejas muy juntas,
el de la barba cerrada,
el de las carnes muy magras
incrementó las sus grasas
con café, leche y tostada
pincho de lomo adobado
y orujo que desengrasa
ayudando a digerir
questa comida tan parca.
Eructó el hombre dos veces
limpiose la su papada,
dejó de propina un euro
que no es propina muy mala.
Y entrados en el asunto,
fue la hora de algarada.
marcharon al dicho sitio
reunida ya la mesnada
diciéndole al vigilante:
“Aquí no vigilas nada
que voy a tomar el mando
porque así el pueblo lo manda”.
El hombrre de Prosegur,
Viendo lo que avecinaba
Quitó su gorra de plato
Dejó su porra y su chapa
de allí se alejó silbando
que allí no pasaba nada…
Los doscientos hombres fuertes
agarraron los carritos
y al grito de “Sus y a ellos”
limpiaron el chiringuito,
Uno busca congelados
Otro leche desnatada,
Otro mantequilla y huevos
Otro aceite pa ensaladas
Y Gordillo alcalde fiero,
Les grita “démonos prisa,
Que yo me quedaré fuera
Questo me da mucha risa.
Entretanto una doncella
se enfrentó a los valerosos
“¡Se salen todos afuera!
¡Joder, que parecen osos!”
Los fornidos bandoleros
Empujaron a la dama
y fuera un lugarteniente
quien al Sánchez preguntaba
“Mi señor, puestos en estas,
¿Podremos luego violarla?”
Nueve fueron los carritos
Que dentre todos sacaran
Mientras las televisiones
toda la escena grababan
para variar la parrilla
de londinense olimpiadas.
Así el hombre valiente
Con hoz y martillo en pecho,
Con la kufiya en la frente,
Dio por terminado el hecho.
Salió en las televisiones
Para que viera la gente
lo que hacen los que mandan
cuando se tienen razones
que en lugar de las neuronas,
se basan en los cojones.




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